Retomo un twitter: ¿Quién puede matar a un niño? que publica A. S.Maeso, tomando el título de una película de Narciso Ibañez Serrador.
Resumo lo que publica A.S.Maeso.¿Quién puede matar a un niño?
No somos lógicamente insensibles a la barbaridad más o menos desconocida pero somos muy empáticos contra la brutalidad que podemos respirar en nuestro propio ambiente. Por eso seguimos el minuto a minuto del horroroso suceso de Tenerife...
Algunos se lían a discutir la categoría o el sexo de los muertos en función del perfil de criminal sin darse cuenta (o dándosela) de que segar una vida no tiene padre ni madre; solo víctimas inocentes con el sexo de los ángeles.
La violencia en el entorno familiar es la bajeza más aberrante del ser humano, que castiga, veja, maltrata o mata por un falso amor que es en realidad odio, cuando no vendetta. Si de locos es pensar en poder quitar la vida a una persona, la locura se multiplica cuando el objetivo es un niño indefenso que recibe muerte de quien debiera esperar cariño y besos.
Cualquiera puede teóricamente, movido por las circunstancias, matar por miedo, celos, obtención de dinero, daños recibidos o que se experimentan como tales, rivalidad... Todos, de una u otra forma, podemos ser asesinos, cuando obra premeditación y motivación, u homicidas, cuando no concurren circunstancias como las anteriores…
Caín mató a Abel en un cabreo descomunal... y así hasta hoy…
Por las calles paseamos y nos cruzamos a cada rato con potenciales ejecutores de asesinatos, maltratos, violaciones, robos, envenenamientos, acosos, crímenes de guante blanco... En la estadística entramos usted y yo, aunque nos creamos normales y hasta buena gente: un día amanece negro y se ciega la vida de alguien a quien, ironías de la vida, queremos o hemos querido, con quien vivimos o hemos vivido... Claro, que eso no nos va a pasar a ninguno de nosotros, ¿no?…
A los niños los matan padres, madres, otros niños, conocidos y desconocidos. Otras veces a los niños se les mata en vida mientras siguen respirando el ambiente de quien les agrede o agredió…
¿Quién puede matar a sus hijos? Si no supiéramos que esto sucede con preocupante frecuencia diríamos que no es posible. Verter sangre de la propia sangre es asesinar la proyección de uno mismo en la vida, la permanencia en el futuro, un atisbo de eternidad prestada…







0 comentarios:
Publicar un comentario