La justicia

Sin Justicia, ¿qué son los reinos sino una gran 

banda de ladrones?

Sin la justicia,  ¿qué serían en realidad los reinos sino bandas de ladrones?, ¿y qué son las bandas de ladrones si no pequeños reinos? […] Por ello, inteligente y veraz fue la respuesta dada a Alejandro Magno por un pirata que había caído en su poder, pues habiéndole preguntado el rey por qué infestaba el mar, con audaz libertad el pirata respondió: por el mismo motivo por el que tú infestas la tierra; pero ya que yo lo hago con un pequeño bajel me llaman ladrón, y a ti porque lo haces con formidables ejércitos, te llaman emperador. (De civitate, IV, 4).”

San Agustín, La ciudad de Dios.

Han pasado mucho siglos desde esto y no ha cambiado mucho la sociedad en la que vivimos.

El que roba un pan va a la cárcel y el que roba miles millones (por ejemplo, para una campaña política) tiene en el mejor de los casos fuero constitucional, inmunidad, amparo o protección pagada.

“Si de los gobiernos quitamos la justicia, ¿en qué se convierten sino en bandas de ladrones a gran escala? Y estas bandas, ¿Qué son sino reinos en pequeño? Son un grupo de hombres, se rigen por un jefe, se comprometen en pacto mutuo, reparten el botín según la ley por ellos aceptada. Supongamos que a esta cuadrilla se le van sumando nuevos grupos de bandidos y llega a crecer hasta ocupar posiciones, establecer cuarteles, tomar ciudades y someter pueblos: abiertamente se autodenomina reino, título que a todas luces le confiere no la ambición depuesta, sino la impunidad lograda”. (Agustín de Hipona, Civitas Dei, pp. 228-229).